La gastronomía catalana es una de las más admiradas. Suele destacar por la dieta mediterránea, que se crea a partir de alimentos de mar y de tierra.
Hemos querido investigar un poco sobre algunos productos tradicionales de este territorio y nos hemos encontrado con unos datos curiosos que hemos querido compartir con vosotros.
Los calçots.
Los catalanes suelen abrir la primavera de una forma muy típica, con una calçotada, los cocinan a la brasa, luego los envuelven en papel de periódico y ya estarían preparados para comer.
Se dice que el descubrimiento de los calçots es gracias a un agricultor de Valls apodado «Xat de Benaiges» a finales del siglo XIX. El cual chamuscó unas cebollas viejas en la brasa y en vez de tirarlas las peló y degustó, dándose cuenta de que su interior era sabroso y poco fibroso.
No se ha encontrado ninguna documentación que acredite esta historia. A pesar de eso, el archivo municipal de Valls, tiene una documentación que confirma la existencia de los calçots en esta localidad a principios del siglo XX.
La historia de «Xat de Benaiges», empezó a circular en los años 40 del siglo pasado. También se dice, que este ideó la salsa Salvichada, para acompañar a los calçots.
La crema catalana.
Aunque en la actualidad es posible disfrutar del sabor de la Crema Catalana en cualquier momento del año, en el pasado solamente se tomaba en días festivos y domingos.
Este postre nació en el siglo XVIII cuando un obispo hacía una visita a un convento catalán. Las monjas quisieron darle la bienvenida con un flan, pero se les quedó muy líquido, entonces empezaron a hacerle una serie de modificaciones, hasta añadir el característico azúcar quemado.
Al ofrecerle al obispo este dulce, el azúcar seguía caliente y este se quemó gritando ¡Crema!, qué significa quema en catalán, de ahí salió el nombre de esta deliciosa receta.